Cómo calmar a un bebé que llora: soluciones sencillas (y sorprendentes) de una experta en desarrollo infantil

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“¿Por qué llora mi bebé otra vez?” Es una pregunta que todos los padres se han hecho muchas veces. Como experta en desarrollo infantil, he trabajado con muchísimas mamás y muchísimos papás que intentaban calmar a su bebé igual que te pasa a ti ahora. Y, como madre, también tengo experiencia de primera mano con bebés inquietos. Así que ten cuenta que lo que tú y tu bebé estáis experimentando ahora mismo es totalmente normal. Aunque estoy segura de que es útil escuchar que no eres la única persona en una situación así, sé que lo que de verdad necesitas son consejos para esos momentos a solas con tu peque, a las 03:00 de la madrugada, en pleno festival del llanto. Y yo estoy encantada de ayudarte.

A continuación encontrarás información, técnicas y herramientas que he recopilado a través de mi trabajo como especialista en desarrollo infantil y en mi otra ocupación como madre a tiempo completo. Echa un vistazo, prueba algunas cosas y descubre lo que funciona mejor para ti y tu bebé.

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¿Por qué lloran los bebés y por qué es tan importante calmarlos?

Durante los primeros 12 meses de vida, un bebé tiene pocas o ninguna habilidad lingüística, por lo que el llanto es su principal forma de comunicarse. Los bebés lloran por todo tipo de razones: hambre, gases, pañal sucio, necesidad de cambiar de sitio o de mimos, sobreestimulación... La lista es interminable.

Calmar a tu bebé y enseñarle a calmarse a sí mismo le ayuda a desarrollar lentamente las habilidades para regular sus emociones. Aprender estos comportamientos lo prepara para hacer frente con éxito a las sensaciones de cansancio y malhumor en el futuro.

1. Mécelo o balancéalo despacito.

Esto lo reconforta porque le recuerda a los movimientos experimentados en su primer hogar: un vientre acogedor y cálido.

3. Llama su atención con imágenes relajantes.

Las luces suaves, un espejo brillante o los animalitos que giran lentamente en un móvil sobre su cabeza captan su atención y lo calman cuando está muy sobreestimulado. 

1. Aleja la cara del bebé.

¿No te pasa cuando estás de mal humor que solo quieres quedarte a solas? Pues a tu bebé también, tu cara puede sobreestimularlo aún más. Trata de llevártelo a una habitación tranquila con luz tenue, acunarlo de espaldas a tu vientre, balancearlo y hacer suaves sonidos de susurro.

2. Ofrécele buenas vibraciones.

Las vibraciones suaves le recuerdan el tiempo que pasó en ese acogedor vientre. Esto lo reconforta e incluso puede ayudarlo a dormir más tiempo. En serio, las cunas con vibración incorporada consiguen grandes cambios.

3. Corregula. Es decir, cálmate tú también.

Puede ser difícil mantener la calma, especialmente durante las sesiones de llanto nocturno, pero inténtalo respirando profundamente mientras sostienes al bebé cerca del pecho. A medida que sienten que te tranquilizas, también comienzan a relajarse y aprenden a regular su propio cuerpecito.

4. Canta cualquier cosa.

Canta suavemente mientras meces a tu peque. ¿No te sabes la letra? ¡Da igual, el bebé tampoco! Me encanta cantar: “Ma, ma, ma” o “Da, da, da” con una canción familiar como “¿Estrellita, dónde estás?”. Así no me equivoco con la letra y le enseño a mi bebé los sonidos que usará para llamarme: “¡Mamá!”.

Cronología de la autorrelajación

El primer año es un torbellino. Pero con todos esos ataques de llanto, tu bebé va a aprender nuevas formas de manejar sus emociones. Estos son los comportamientos de autorrelajación que verás adoptar a tu peque en el primer año.

De 3 a 6 meses Chuparse los dedos o las manos, centrándose en un juguete interesante o meciéndose suavemente

De 3 a 12 meses Alejarse de situaciones sobreestimulantes

De 4 a 7 meses Quedarse dormido cuando se siente abrumado

De 6 a 9 meses Desplazar la atención hacia un objeto para manejar las emociones después de un evento estresante

De 4 a 12 meses Mover la cabeza de lado a lado mientras se duerme

Mi bebé todavía no sabe calmarse, ¿por qué?

Lo entiendo, lo he vivido (y muchas noches, aún lo hago). No siempre sabemos por qué nuestros bebés lloran. Si tu bebé no se calma, no te eches la culpa. La autorrelajación es un proceso complicado y algunos peques tardan más tiempo en conseguirlo que otros. Si hay algo concreto que te preocupa, habla con tu pediatra.

Seguimiento parental

Oye, ¿cómo va todo? Más o menos bien, ¿no?

Ser un bebé chiquitín recién nacido en este mundo gigante es divertido y agotador, abrumador y sorprendente, igual que ser padre primerizo. Tú y tu hijo estáis en el mismo barco y ambos necesitáis un poco de cariño.

Hoy te propongo que encuentres un par de minutos para ti tanto física como mentalmente. Pruébalo ahora: cierra los ojos y respira profundamente tres veces.

¿Notas cómo se te despeja la mente un poco? Eso espero. Te lo mereces. Estás consiguiendo cosas IMPORTANTES criando a ese pequeño humano. Tú puedes.

Los hitos y la diversión van de la mano

Recibe la etapa de crianza con los brazos abiertos. Te ayudamos a celebrar sus pequeñas victorias, a no agobiarte con las expectativas y a adoptar una mentalidad más positiva. Tras más de 90 años ayudando a las familias, hemos aprendido que el desarrollo ocurre de forma natural de la mano de la diversión.

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