Cómo inculcar la amabilidad a tu peque: consejos de una experta en desarrollo infantil
¿Tu peque en edad preescolar se niega a compartir? ¿Alguna vez ha dicho algo REALMENTE vergonzoso (y en voz alta) sobre un extraño en el supermercado? Todos hemos pasado por eso. Como madre y experta en desarrollo infantil, puedo decir que los niños y las niñas en edad preescolar aún no han desarrollado la comprensión de las perspectivas de otras personas: dicen y hacen lo que quieren y no siempre son amables. También puedo compartir contigo algunas formas de trabajar eso.
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¿Por qué es importante la amabilidad para los niños?
Hay estudios que demuestran que actuar con amabilidad puede dar a los peques un mayor sentido de pertenencia, mejorar su autoestima, sus habilidades y las relaciones sociales, y aumentar su felicidad. Es muy sencillo: hacer algo amable por alguien sienta bien.
Consejos para resaltar la amabilidad
La amabilidad es un gran concepto para los más pequeños. Empatía, perspectiva, ¿por dónde empezar? ¿Qué tal aquí?
1. Muestra lo que es la amabilidad.
En lugar de tratar de explicar lo que es la amabilidad, MUÉSTRALA. Señala los actos de amabilidad que veas en los libros, la televisión o incluso durante el tiempo de juego. Trabaja la amabilidad tanto en casa como cuando estáis fuera. Recuerda: tú eres su mejor maestro.
2. Guíale en el camino hacia la amabilidad.
Prepara a tu peque para el éxito con la amabilidad creando oportunidades de amabilidad muy específicas. Por ejemplo: “A tu hermano le encantan los aperitivos de frutas. Creo que sería muy feliz si compartieras uno con él. Sería muy amable por tu parte”. Sugiere actos de amabilidad adecuados a la edad de tu peque que pueda hacer por su cuenta:
- Sonreír
- Hacer un cumplido
- Dibujar a alguien
- Decir “por favor” y “gracias”
- Compartir su juguete favorito
- Pedir a un amigo que elija el juego al que quiere jugar
- Dejar que alguien se tire primero por el tobogán del parque infantil
3. Utiliza el juego de simulación para practicar la empatía.
Como ya mencioné antes, la mayoría de los niños y las niñas en edad preescolar aún no entienden cómo hacen sentir sus palabras y acciones a otras personas. Cuando juguéis juntos, fomenta la empatía y la perspectiva preguntándole a tu peque cómo cree que se perciben sus actos. (“¡Vaya! Tu muñeca no está compartiendo con su amiga. ¿Cómo crees que se siente su amiga? ¿Cómo se siente tu muñeca?”).
4. No escatimes en elogios.
Recompensa con elogios incluso los actos de amabilidad más insignificantes. “Muchas gracias por compartir tu puzle con tu primo. Has sido muy amable”. Además de reforzar el comportamiento, servirá para hacer ver que la amabilidad es importante para ti. Por otra parte, tus elogios sirven como ejemplo de amabilidad.
Sorprendentes consejos sobre amabilidad
A continuación, encontrarás algunos consejos sobre amabilidad en los que puede que no hayas pensado:
1. Hablad de las diferencias y celebradlas.
Haz que tu peque interactúe con personas que no sean de la familia. Elige medios y juguetes que representen diferentes culturas, habilidades, idiomas, géneros y razas. Luego anímale a hacer preguntas. Debatir esas preguntas construye la aceptación, la empatía y la amabilidad, por supuesto.
2. Muéstrale cómo ser amable consigo mismo.
Practicar afirmaciones es una manera científicamente probada de mostrar amor propio, construir una imagen positiva de uno mismo y fomentar la resiliencia. Crea una colección de declaraciones con “Yo” que tu peque en edad preescolar pueda repetir todos los días para mostrar amabilidad hacia sí mismo. Aquí tienes algunas ideas que puedes añadir a la rutina diaria de tu peque:
¡Yo soy inteligente!
¡Yo soy un buen amigo!
¡Yo soy un buen ayudante!
¡Yo me preocupo por otras personas!
Seguimiento parental
Ser amable contigo mismo es tan importante como ser amable con los demás. Así que repite conmigo:
Soy un padre o una madre increíble y cariñoso/a.
Estoy haciendo lo mejor para mi peque.
Seré amable conmigo mismo a partir de hoy.
Enseñar a alguien a ser amable requiere una tonelada de paciencia. Y, para ser honestos, ser amable no siempre es fácil para los adultos ni para los niños, ¿verdad? Por lo tanto, recuerda ser amable contigo mismo en este proceso. No pasa nada si le muestras a tu peque que a veces tienes problemas para ser todo lo amable que te gustaría. Seguid practicando juntos. Y hablando de practicar la amabilidad: gracias por leer este artículo.

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